lunes, 26 de mayo de 2008

Medicamentos que curan a personas sanas


"Hace treinta años Henry Gadsden, director entonces de la compañía farmacéutica Merck, hizo unos comentarios sorprendentes y en cierto modo incendiantes a la revista Fortuna. Dijo que su sueño era producir medicamentos para las personas sanas y así vender a todo el mundo. Aquel sueño se ha convertido en el motor de una imparable maquinaria comercial manejada por las industrias más rentables del planeta".

Multivitaminicos, cremas, desodorantes, jugos, leches, galletas, parches, filtros, almohadas y un sin fin de etcs, etcs

Este encabezado lo leí y se me vino a la mente tantos productos que tenemos al alcance de la mano, que lo recomienda el o la amiga, vecino, compañero de trabajo, hermano prima, pero sobre todo al que más confianza y seguridad de que no nos mentiría, la TV.

Si el medico nos informa que el estudio de ADN que nos mandó a hacer, indica que tenemos un factor de riesgo de contraer enfermedades vasculares; puede ser la tensión arterial o el colesterol alto. Y resulta que hay un medicamento que trata ese factor de riesgo, no produce efectos secundarios, y reducirá este factor de riesgo entre un 25 y un 30 %
Todos lo adquiriríamos sin importar su costo, pero la trampa se encuentra en ese factor de riesgo, el cual todos lo tenemos sin importar ascendencia ni lugar de origen, se nos indicará que nuestro factor de riesgo es entre el 2 y 3 % , en el caso más extremo si tenemos un 3% de probabilidades de adquirir el problema y el medicamento me reduce un 30%, mi factor de riesgo baja a un 2.1%, es decir solo reduzco un 0.9% de posibilidades de desarrollar dicho mal.
Pero como todo medicamento produce un efecto colateral termino aumentando el porcentaje de desarrollar una enfermedad tal ves mas grabe que de la que me estoy cuidando. Por supuesto también existen los placebos (Made in China, India, etc), que solo nos quitan uno o varios pe$o de encima.

lunes, 19 de mayo de 2008

Lo que las placas dicen del auto y el animal que traen adentro


Sentado en el muro del Malecón de La Habana, usted puede saber buena parte de la información de los conductores de los autos que pasan a su lado con solo mirar las placas: colores, letras y cifras se la proporcionan.
El tipo de auto también cuenta, pero importa menos: están los "almendrones", clásicos norteamericanos de los años 50 que en sus entrañas llevan por lo general motores diésel de Europa del este adaptados, aunque los hay originales.
Para saber datos de los conductores, lo más importante es el color de la matrícula. Detrás una 'chapa' blanca viaja un ministro o director de alguna importante institución; con la amarilla se exhibe un feliz propietario del auto --que no abundan en Cuba; las placas azules o rojo teja pertenecen a empresas estatales, y verde le toca a los vehículos de cuerpos armados.
La matrícula naranja, si además tiene la letra K, significará que es un empresario extranjero: el encargado del estacionamiento será más amable, pero cobrará más; la jinetera (prostituta) o una simple aspirante a emigrar enseñará su mejor sonrisa, los vendedores clandestinos susurrarán sus ofertas: "Habanos Cohiba", por ejemplo.
El mismo color, pero sin la 'K', y con una pegatina blanca con la leyenda PEXT en el parabrisas anunciará que viaja un profesional de la prensa extranjera. Policías y funcionarios se alistan: "¿Donde quiere meter las narices este tipo ahora?", piensan.
Naranja, sin K ni pegatina, anuncia una iglesia.
La inscripción de la matrícula tiene tres letras y tres números. La letra inicial significa la provincia donde radica el vehículo: la H es Ciudad de La Habana, la provincia donde se ubica la capital, por ejemplo. Cuando algún conductor hace una maniobra dudosa en sus calles y su 'chapa' empieza con una letra diferente a la H, alguien le gritará: "¡Aprende a manejar, guajiro! (campesino)".
El color chocolate y las tres primeras letras TUR, significa que es un auto de alquiler y su presencia moviliza, muy solícitos, a prostitutas y vendedores de puros y tabletas estimulantes sexuales.
Por último, quedan las placas negras que señalan a los diplomáticos extranjeros. Solo con números, esa placa dirá a los conocedores de qué país se trata y si es el embajador u otro funcionario de menor jerarquía.

En cada uno de nuestros respectivos países se tienen las mismas características, pero la pregunta principal es :
¿Y nosotros sabemos que significado tiene el número, la letra y el color de nuestras placas?
Yo solo sé el significado de las letras (por estado ) y el de los números si comienzan con cero pero el resto ¿??????????


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http://www.lanuevacuba.com/2007/notic-08-05-1601.htm