lunes, 23 de abril de 2007

Para todos los padres y profesores de estudiantes de instituciones de alto desempeño o con exigencias desmedidas.


La competencia y el estrés comienza en el salón de clases y se hace extensivo en la actividad profesional.
(PD/Agencias).- En los pasillos de la librería Elmer Holmes Bobst, de la Universidad de Nueva York, o en muchos centros académicos por excelencia como Harvard, la mayor parte de sus estudiantes deambulan, Red Bull en mano, camino a las largas sesiones de estudio en las que dormir no entra dentro de la agenda.
Escribe José Lusís de Haro en ABC que, aun así, el clásico nerviosismo desatado por la llegada de la temporada de exámenes se ha visto aplacado por la creciente demanda de medicamentos estimulantes como el Adderal, que han sustituido con ventaja a la cafeína como el clásico compañero de estudio.
Esas nuevas píldoras, que actuarán como «cosméticos cerebrales», serán tan comunes como tomarse una taza de café, según estudios científicos contarán con «muy pocos efectos secundarios» y, sobre todo, no crearán adicción, algo que, de momento, no ha sido probado al cien por cien.
Mediante la ingesta de estas drogas, cualquier persona podrá tomar mejores decisiones en su trabajo, evitar los molestos lapsus de memoria o, incluso, aprobar exámenes sin gran esfuerzo.
El problema es que esta milagrosa familia de fármacos todavía no está perfeccionada y no se ha puesto a disposición del consumo masivo. Sin embargo, en este lado del Atlántico, muchas personas, en especial estudiantes universitarios, consumen como si fueran un entremés los medicamentos que han inspirado a los científicos a crear esta panacea mental.
Varios informes realizados en EE.UU. aseguran que al menos el 30% de los universitarios norteamericanos emplean drogas estimulantes para superar sus estudios, un porcentaje alarmante que sigue al alza año tras año.
Esta nueva adicción viene liderada por medicamentos como el Adderall o Ritalin, empleados para tratar desórdenes mentales como la falta de atención.
En las entrañas de Harvard, el uso de estos fármacos, que sólo pueden conseguirse mediante prescripción médica, está a la orden del día y ha desarrollado un verdadero mercado negro. Por ejemplo, Ryan, un estudiante en su último año de carrera fue diagnosticado con falta de atención a su llegada a la Universidad por lo que comenzó a consumir Adderall con supervisión médica a cambio de 10 dólares por cada bote de pastillas.
El propio joven reconocía al periódico «The Crimson», que no ha podido evitar compartir con sus compañeros los milagrosos efectos de dichas píldoras y confirmaba la posibilidad de poder acceder a ellos de forma ilegal, sin problemas.
El a logrado una noche en vela a cambio de 10 dólares, una cantidad irrisoria que incluso es menor que lo que costaría abastecerse de Coca Cola, café y Red Bull para una intensa sesión de estudio.
Actualmente, muchos quieren taparse los ojos ante este serio problema afirmando que sólo el 3% de los estudiantes son adictos a este tipo de pastillas. Aun así, el último estudio realizado por la Universidad de Maryland asegura que el Adderall es la droga más accesible dentro del campus, por detrás de la marihuana y alcohol.

jueves, 19 de abril de 2007

“Testifica” burro ante corte por disputa entre vecinos


Buddy el burro apareció en corte, caminó al estrado y miró fijamente al jurado.
Parecía una criatura gentil y tranquila y no el animal extremadamente ruidoso y agresivo como se le había acusado.
Gregory Shamoun mantenía una disputa con el petrolero John Cantrell, quien se había quejado con el ayuntamiento sobre una cabaña que el abogado estaba construyendo en su patio trasero en su casa en Dallas.
Cantrell dijo que Shamoun, como venganza, trajo al burro desde su granja y lo puso en su patio trasero.
Cantrell se quejó de los rebuznos del animal y de los montículos de excremento que dejaba.
"Rebuzna mucho a cualquier hora del día o de la noche y uno nunca sabe cuándo va a empezar a brincotear", testificó.
Pese a la aparición del burro, ni los jurados ni Buddy tuvieron la última palabra, los vecinos arreglaron su disputa mientras el jurado deliberaba.

Dallas, EUA19 de abril de 2007 AP

Es increíble que se pierda tanto tiempo en las cortes Norteamericanas para dirimir pleitos simples (burros) de vecinos y no le tomen importancia a los avisos de atención que generó Cho Seung Hui antes de la tragedia de la institución educativa, pero este (EUA) es un país de las incongruencias.

domingo, 1 de abril de 2007

Viernes Santo




Aprovechando que en esta semana estaremos de vacaciones (si las esposas lo permiten) podemos preparar dos platillos que en uno de mis viajes a Cuba me permití saborear, y que hasta el momento la boca se me hace agua.



Filetes de pescado rellenos con mariscos (5 porc)



Ingredientes:

Filetes de pescado 1 kg.
Jugo de limón 30 ml
Sal y Pimienta molida
Salsa Criolla 300 gr
Vino blanco 75 ml
Aceite vegetal 75 ml
Camarones 150 gr
Langosta 150 gr
Caldo de pescado 300 ml
Para decorar
Chícharos 75 gr
Pimientos morrones 75 gr

Limpiar el pescado y sazonar con sal, pimienta molida y jugo de limón. Limpiar y hervir los camarones y la langosta y cortar en jardinera fina, dejando dos camarones para cada ración. Rellenar los filetes con los mariscos y enrollarlos, introduciendo un camarón en cada extremo, de forma que sobresalgan 3 centímetros de cola. Introducir dos palillos en el lugar que termine el doblez.
Colocar los filetes en una fuente de horno untada con aceite, verterle el caldo caliente y el vino, cubrir con papel engrasado y colocar en el horno a 180°C por 8 minutos. Retirarlos del recipiente y escurrirlos bien, cubrir con la Salsa Criolla, y hornear 5 minutos más a 195 °C.
Decorar con tiras de pimientos y chícharos.

De postre

Arroz con leche de coco (5 porc)

Arroz 100 gr
Agua 300 ml
Leche fresca 150 ml
Leche de Coco 150 ml
Azúcar 100 gr
Sal una pizca
Canela en rama
Corteza de limón
Esencia de Vainilla 2 ml
Canela en polvo

Lavar y depositar en un recipiente de fondo grueso el arroz, el agua y la sal; cocinar tapado, a fuego lento, hasta que el arroz se ablande.
En otro recipiente colocar la leche, el azúcar y la canela en rama, dejar hervir 3 minutos aproximadamente, e incorporar al recipiente que contiene el arroz. En ese momento agregar la corteza de limón y la leche de coco ya colada, y dejar hervir a fuego lento durante 30 minutos, revolviendo constantemente con una cuchara de madera.
Al retirar del fuego incorporar la esencia de vainilla y dejar enfriar. Antes de servir espolvorear la canela molida por encima.

Las recetas las encontré en la siguiente dirección

http://www.salsa-in-cuba.com/esp/cocina.html


Y espero que salgan algo parecidas ya que le faltará el ingrediente secreto que todo buen Chef tiene bajo la manga.


QUE LO DISFRUTEN.