(PD / BBC Mundo).- La Viagra no sólo sirve para el sexo. El fármaco contra la impotencia masculina podría ayudar a los viajeros internacionales y a los trabajadores por turnos a recuperar sus ciclos de sueño normales.
El medicamento, de la compañía Pfizer, se desarrolló originalmente como un tratamiento para la presión alta y la angina, pero pronto se convirtió en una vía lucrativa para luchar contra la disfunción eréctil.
Un equipo de la Universidad Nacional de Quilmes en Buenos Aires, Argentina, ha estado explorando nuevas aplicaciones. Los investigadores inyectaron dosis moderadas de Viagra a hámsteres, de noche, y los despertaban seis horas antes de lo habitual, con luces brillantes.
Pronto se percataron de que los roedores inyectados regresaban a sus rutinas normales -a correr en sus ruedas de ejercicio en el laboratorio- a una velocidad del 25% al 50% mayor que la de sus congéneres.
Los científicos dicen que el Viagra interfiere con una enzima vinculada al reloj interno del cuerpo.
El Viagra también se ha usado para levantar la moral de soldados heridos en Sri Lanka, arreglar carreras de caballos en Nápoles, alargar la duración de flores cortadas en Reino Unido e incluso para comprar votos electorales en Brasil.
Si se demuestra que esta terapia es efectiva en los seres humanos, podría cambiar la forma en que se recuperan millones de personas que trabajan por turnos o viajan entre zonas con diferentes husos horarios.
Este estudio también indica que la fascinación por uno de los fármacos más populares del mundo no cesa.
Después de tanta información ya puedo ir a la farmacia y surtirme del susodicho medicamenta, y lograr baje la presión de la vida, que las flores que corto de mi jardín duren más, que las heridas internas que sufren nuestras almas sanen más rápidamente, que aunque duerma poco, esté presto para mi hora laboral, y de pilón para ser buenos ciudadano y salgamos votando de felicidad mi domadora y yo.
El medicamento, de la compañía Pfizer, se desarrolló originalmente como un tratamiento para la presión alta y la angina, pero pronto se convirtió en una vía lucrativa para luchar contra la disfunción eréctil.
Un equipo de la Universidad Nacional de Quilmes en Buenos Aires, Argentina, ha estado explorando nuevas aplicaciones. Los investigadores inyectaron dosis moderadas de Viagra a hámsteres, de noche, y los despertaban seis horas antes de lo habitual, con luces brillantes.
Pronto se percataron de que los roedores inyectados regresaban a sus rutinas normales -a correr en sus ruedas de ejercicio en el laboratorio- a una velocidad del 25% al 50% mayor que la de sus congéneres.
Los científicos dicen que el Viagra interfiere con una enzima vinculada al reloj interno del cuerpo.
El Viagra también se ha usado para levantar la moral de soldados heridos en Sri Lanka, arreglar carreras de caballos en Nápoles, alargar la duración de flores cortadas en Reino Unido e incluso para comprar votos electorales en Brasil.
Si se demuestra que esta terapia es efectiva en los seres humanos, podría cambiar la forma en que se recuperan millones de personas que trabajan por turnos o viajan entre zonas con diferentes husos horarios.
Este estudio también indica que la fascinación por uno de los fármacos más populares del mundo no cesa.
Después de tanta información ya puedo ir a la farmacia y surtirme del susodicho medicamenta, y lograr baje la presión de la vida, que las flores que corto de mi jardín duren más, que las heridas internas que sufren nuestras almas sanen más rápidamente, que aunque duerma poco, esté presto para mi hora laboral, y de pilón para ser buenos ciudadano y salgamos votando de felicidad mi domadora y yo.
FANTÁSTICO..............