martes, 4 de septiembre de 2007

CUBA: LOS TURISTA SON DEL DIABLO


Historias Paralelas

Infosearch:Fidel NuñezAnalista Jefe de BuróLatinoamérica

Dept. de Investigaciones

La Nueva Cuba

Septiembre 3, 2007

Durante muchos años las relaciones con extranjeros, y particularmente con los turistas, eran privilegio de los miembros de la alta jerarquía política o de los elegidos por éstos por considerarlos inmunes al contagio capitalista. Era necesario aislar al hombre nuevo con la única coraza protectora y eficaz: el distanciamiento, la incomunicación.


Pero cuando el campo socialista y su tutoría soviética se auto desintegraron o "auto desconchinflaron", el turismo, junto a las remesas familiares de los cubanos residentes en el exterior, pasaron a ser los pilares económicos de la deficiente y maltrecha economía cubana. La ojeriza gubernamental tuvo que ceder a la permisividad. La revolución tuvo que cerrar los ojos y hacer de tripas corazón.


Hoy, el relacionarse con un turista no tiene mayor implicación, siempre y cuando se tome como un hobby. Como un pasatiempo y no como una forma de vida. Y es que algunos, resulta entretenido e instructivo el intercambio de ideas con personas diferentes a uno; más aún si provienen de latitudes bien distintas al entorno propio. El interés es mayor si el forastero habla otra lengua o las características corporales difieren de las nuestras.


Pero, ¡los turistas son del diablo! ¡Se les ocurren cada cosas y hacen cada preguntas!


Por ejemplo, un noruego, vegetariano acérrimo, me aseguró que lo mejor de Cuba (mejor que sus mulatas de fuego, su cha cha cha y su Havana Club) era la ausencia total de carne de res de la libreta de racionamiento. El conceptuar su presencia en el congelador como reminiscencia pequeño-burguesa y traición a la causa revolucionaria.


Otro, que decía ser del norte de Italia, me confesó su anhelo de vivir cuatro meses en la Isla, dependiendo únicamente de la libreta de racionamiento para adelgazar un poco. Le aconsejé asegurarse con Anita Snow, de la Associated Press, la que jura haber bajado nueve libras en tan sólo un mes de dependencia exclusiva de la libreta.


Uno que procedía de Austria me preguntó el por qué Fidel siempre andaba de botas y uniforme.


También inquiría sobre las veces que yo había visto a Fidel. En cuanto a esto último le contesté que personalmente nunca, pero que en la televisión todos los días y a todas horas.


El último turista con quien conversé en días recientes era de Sierra Leona, y me consultaba sobre la posible veracidad de los rumores que hablaban acerca de la muerte de Fidel Castro. Le dije que para dilucidar tan celoso secreto de estado debía viajar a Venezuela y preguntarle a Hugo Chávez.


¡No cabe duda de que los turistas son del diablo!



En las vacaciones que tomamos toda la familia en Cuba, vimos muchas situaciones muy positivas, lastima que solo son para el visitante y no para el que tiene que vivir día a día en la isla.


El trato que brindan los cubanos al visitante es extraordinario, y no siempre por el interés de la propina según me consta, se conforman con saber como es tu tierra, que se come, como se vive y a que sebe el libre albedrío, claro que si les ofreces una propina, en su gran mayoría te lo agradece tanto que sientes que no les diste lo que se merecía (no se requiere dar dólares o euros, si les convidas de lo que tienes, como pasta dental, champú, chocolates, aspirinas, prendas de vestir de mezclilla etc. Claro mientras no sean made in China).


Aclaro que puedes conseguir todo eso en la isla, siempre y cuando tengas dólares /euros para pagar (me toco ver que le negaron una paleta de hielo a una persona que solo tenía pesos cubanos)


Lo más increíble es que la mayoría alaba y prácticamente adora a Fidel o por lo menos eso escuchas todo el tiempo.


Espero que no terminen igual o peor los Venezolanos con su mesiánico Chávez y a un tris que estuvimos nosotros con el PEDORISTA, perdón Pederrista PEJE y sus huestes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por eso debieramos de visitar Cuba antes de que se muera Fidel.